La generación, el transporte y el consumo de las energías convencionales tienen, como toda actividad, un impacto sobre el medio. Sin llegar a decir que esos efectos no existen en las renovables, si es cierto, que son infinitamente menores.
El consumo de energía, incluyendo el transporte, es en la actualidad la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero y de contaminantes acidificantes. En España las emisiones de CO2 asociadas a la producción de energía eléctrica, representa en torno al 28% de las emisiones totales. REE
Las emisiones de CO2 evitadas por la energía del viento en octubre ascendieron a 0,7 Mton.
Una de las grandes ventajas de las energías renovables es que contribuyen positivamente al cambio climático y al efecto invernadero del planeta por su escasa emisión de CO2 a la atmósfera. Es cierto que para la fabricación de según qué componentes para estas renovables, si que se genera CO2, pero hablamos de la cantidad de CO2 que emiten estas renovables para producir energía.
Cada kWh que se genera con energía solar fotovoltaica evita la emisión a la atmósfera de aprox. 1 kg de CO2, y en comparación con la generación eléctrica con gas natural (ciclo combinado) que evita la emisión de aprox. 0,4 kg de CO2.
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